Editorial
Los esfuerzos por industrializar la coca
- 10/03/2013
- El presidente Evo Morales está en Viena, Austria, para promover la exportación de derivados de coca, algo que está prohibido por la Convención de 1961. Esa convención prohíbe el comercio internacional de hojas de coca o sus derivados. Existe el temor de que ese producto exportado pueda después ser reconvertido en cocaína. El temor no es menor ni frívolo.
Por lo tanto, un potencial enorme de Bolivia, el uso legal de las hojas de coca, sigue en duda y como una tarea pendiente del país. Pero puede ser lograda. De hecho, el producto comercial más famoso del mundo, la Coca-Cola, tiene como uno de sus ingredientes a la hoja de coca, que esa compañía compra en Perú y luego descocainiza en EEUU.
Otro ejemplo es el licor Agwa de Bolivia, un trago fabricado por una empresa holandesa, a base de varias hierbas y también hojas de coca, que compra en Bolivia, se transporta con protección armada hasta Holanda, donde se le retiran los alcaloides (que se destinan a productos farmacéuticos). La coca, así descocainizada, se usa para esa bebida, que tiene un público creciente, por ejemplo en Corea del Sur.
Personeros de la Unión Europea en Bolivia han señalado que ese proceso de quitarle los alcaloides a la planta no se puede realizar todavía en Sudamérica y que incluso en el mundo no existen muchos laboratorios en ese sentido. Entonces, lo que debe hacer Bolivia es o asociarse con los centros que trabajan en ello o instalar uno en el territorio nacional. El Estado podría aliarse a algún laboratorio internacional de prestigio para lograr este cometido. Una vez logrado aquello, y con licencias que habría que negociar con la comunidad internacional, el país podría exportar productos, desde mate de coca, por ejemplo, hasta jabones o licores.
En ese contexto, el camino que ha utilizado la empresa Agwa debería ser tomado como modelo. Si esa empresa lo ha logrado, generando millones de dólares de ingresos, lo podría hacer Bolivia. Las posibilidades son enormes. En el mundo existe una revalorización de productos ecológicos, naturales o de importancia para los pueblos indígenas. La coca, por su asociación con las drogas, podría generar un interés publicitario adicional, obviamente con la aclaración de que la cocaína ha sido retirada oportunamente de la hoja, antes de producir cualquier bien.
Es correcto el esfuerzo boliviano, realizado intermitentemente y sin mucho éxito, habría que decir, de disociar a la hoja con la droga. Son dos cosas distintas, lo saben los bolivianos, pero en el mundo existe mucha ignorancia al respecto y, en muchos casos, prejuicio y confusión. Es importante trabajar para cambiar aquello.
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